Xinca, la empresa B mendocina que se lleva todos los premios por sus zapatillas hechas a base de neumáticos reciclados, surgió como una necesidad de tres amigos de combinar lo laboral con lo socioambiental. 

El emprendimiento aborda el problema de la gestión de residuos y, también, el de la integración social, ya que ofrece trabajo a personas en penitenciarios. Su exitoso modelo incluye la venta online (por Mercado Libre, Netshoes y un canal propio), facturó US$ 1.700.000 en 2016, fue acelerado por Agorsa y recibió fondos de Banco Galicia y Pac Emprendedores. 

Junto a sus socios Ezequiel Gotti y Nazareno El Hom, Alejandro Malgor apostó a reinventar la rueda, y ganó.