Las historias de Stämm y GridX comienzan de la mano. La primera es una startup enfocada en liberar la potencia tecnológica de la biología. La segunda, una compañía enfocada en la creación de empresas de base científica. 

Matías y Juan Francisco se encontraron de casualidad en la producción de las fotos de #30Promesas. “Stämm fue la primera empresa en la que invertí”, cuenta Matías, y agrega entre sonrisas: “No sabía que iba a estar acá y para mí es un orgullo enorme”. 

Juan Francisco, con apenas 28 años, desarrolló una microfábrica biotecnológica que “baja la barrera de acceso a esta tecnología 50 veces, mientras permite implementar modelos de negocios sustentables”. En este momento, su principal elaboración son las levaduras para cervezas artesanales. “GridX fue nuestra incubadora, y Matías el primero que creyó en nosotros”, dice. Y eligen posar juntos para la foto.