FORBES AGRO SUMMIT (2 DE OCTUBRE DE 2024)

Los productores agropecuarios son optimistas por naturaleza, aun a pesar de los vaivenes del clima y las decisiones de política económica que, como es sabido, en Argentina muchas veces explican la diferencia entre ganancias o quebrantos, o entre seguir en el sistema productivo o cerrar la tranquera y dedicarse a otra cosa.

Bajo esta premisa hoy en el campo argentino hay entusiasmo por aprovechar una nueva oportunidad, como hace rato el país y la actividad agroindustrial no tienen en el horizonte. El nuevo gobierno generó expectativas en términos de menor carga impositiva y quita de regulaciones que obstaculizaban el desarrollo de los negocios en casi medio centenar de cadenas agropecuarias que dan vida al campo en todo el país.

Ya se levantaron muchas restricciones para exportar, sin embargo, hay dos factores clave que hoy preocupan al sector. Y, en gran medida, son determinantes a la hora de tomar decisiones de inversión o definir el perfil de los planteos agrícolas para la próxima campaña.

Por un lado, la elevada carga impositiva y en especial la vigencia de los derechos de exportación, un elevado sobrecosto que paga la producción nacional para salir al exterior.

Por otro, la incertidumbre cambiaria y el tipo de cambio efectivo que reciben los exportadores, y se podrían sumar el cepo y la unificación cambiaria. Son variables cruciales en una actividad que tiene numerosos insumos importados y cuyas principales producciones están volcadas a los mercados de exportación.

En este contexto, hoy todas las miradas están centradas en el clima, con el fenómeno La Niña otra vez en el horizonte. La fuerte sequía que afectó a gran parte del área productiva la campaña pasada y las pérdidas millonarias que generó aún están muy frescas en la memoria de los productores. Se anticipa que la próxima Niña no será tan grave, pero el escenario está abierto.

En paralelo, las exigencias de los mercados internacionales, inducen a los productores a invertir en más y mejor tecnología, sin perder de vista la sustentabilidad en los procesos productivos. Hoy es una exigencia de mercados clave como la Unión Europa, y lo será mucho más a partir del 1 de enero de 2025.

Mantener abierto ese mercado para la carne argentina y la soja y derivados es una de las exigencias del momento. Pero, a la par, se busca aprovechar oportunidades como hoy se abren para los cítricos o la forestoindustria, y destrabar el acceso a países del sudeste asiático -además de China- el área comercial más dinámica del mundo en los últimos años.

Con la vista puesta en el clima, la tecnología y los mercados de exportación, los principales referentes del sector agroindustrial debatirán la actualidad del sector en una nueva edición de Forbes Agro Summit 2024 el próximo 2 de octubre.

 

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